Porque no solo es suficiente poner un papel con la certificación, tú debes saber de qué manera son probados los cascos SHAFT para brindarte la mejor protección. Las siguientes son las pruebas de laboratorio que son realizadas a nuestros productos y así certificar la seguridad de los cascos SHAFT.
ABSORCIÓN DE IMPACTO
Se ubica un casco dentro de una horma y se deja caer de entre 2 y 3 metros sobre un yunque. La prueba se repite impactando en los dos laterales, el frente y la parte posterior del casco.
EXTENSIÓN DE LA CORAZA
Medidas mínimas que debe tener un casco para cubrir la cabeza.
PENETRACIÓN
Un punzón se deja caer de entre 2 y 3 metros sobre el casco y este punzón no debe hacer contacto con la cabeza que se encuentra en el interior.
EVALUACIÓN DEL PRODUCTO
Se verifica que las indicaciones de uso del producto estén correctas y sean verídicas.
RIGIDEZ
El casco se ubica en medio de dos placas, mediante una carga de 30 kilos y se evalúa que el casco no se comprima.
VISIÓN PERFIFÉRICA
Ángulos mínimos que debe tener un casco en la apertura del visor, tanto horizontal como verticalmente, para corroborar que la visión no se vea perjudicada en ningún momento.
RESISTENCIA SISTEMA
DE RETENCIÓN
Una carga se ubica sobre el sistema, esta se deja caer y se verifica que el casco no se haya liberado y que no haya recorrido una distancia mayor a 3 centímetros.
ACONDICIONAMIENTO
Se toma un lote de cascos nuevos y se acondicionan en varios condiciones (frío, calor, medio ambiente, solventes y agua), con el fin de evaluar que con el tiempo se mantengan las propiedades.